Luis Carlos Ramirez y Jairo Lora

Aquí nos encontramos bajo el mismo sol, pero en diferentes nubes diarias, una amistad con afinidad propia, enmarcada de similitudes y coincidencias que nos demarca la vida, Luis Carlos, hombre sencillo y humilde, de condición latonero, pero experto en puertas como el mismo se condiciona, hombre que raya en la imanación, lector empedernido, como extraviado en esta época del tercer milenio, que debió nacer en los tiempos de los espadachines y los duelos a muerte.

Luis Carlos, “el Pelao” no puede mostrar cuadros colgados en sus paredes, como triunfo de haber pisado una universidad, pero si puede mostrar un galardón que no otorga el alma mater de una universidad de renombre, sino que la misma vida le ha fabricado su propio galardón.

Su vida ha estado enmarcado entre el delirio, la fascinacion y rayando casi cerca de la locura, su pensamiento vagando en la fragilidad de los brincos y saltos de libros y citas entre el recuerdo de haber leído a los grandes de la literatura,, así es este amigo Luis Carlos Ramirez “el Pelao”